Los directivos y trabajadores del grupo empresarial Ocho Sur expresamos:
- Nuestro pesar y solidaridad con la familia del dirigente indígena asháninka Santiago Contoricón Antúnez, asesinado en Puerto Ocopa el pasado sábado. Asimismo, expresamos nuestra categórica condena por tan execrable homicidio y exigimos a las autoridades policiales y judiciales una pronta y efectiva investigación que identifique a los autores materiales e intelectuales del mismo.
- Ratificamos nuestro categórico repudio frente a cualquier situación de violencia que ponga en peligro la integridad física y la libertad de los dirigentes indígenas y defensores de derechos humanos de la Amazonía peruana. Reafirmamos, asimismo, nuestro compromiso de concertar acciones con todos los actores individuales o institucionales presentes en la localidad en la que operamos, para fortalecer las capacidades de respuesta sociales e institucionales ante cualquier riesgo de violencia que pudiera afectar el libre desenvolvimiento de las organizaciones indígenas y de sus dirigentes.
- Nuestro repudio ante tales situaciones de violencia emana de la convicción ética de nuestros accionistas, directivos y trabajadores, y además genera riesgos para nuestro grupo empresarial que opera en pleno apego a la legalidad y que viene cumpliendo un significativo rol de promoción de la formalidad en Ucayali.
- La conducta de algunos actores que dicen defender los intereses de los pueblos indígenas y la protección del medio ambiente, caracterizada por el nulo apego a la verdad y por una total intolerancia frente a la posibilidad de dialogar con quienes piensan distinto, es un factor que contribuye a acrecentar los riesgos a los que se encuentran expuestos los dirigentes indígenas y defensores de derechos humanos de la Amazonía peruana ante las amenazas de los ejecutores de actividades económicas ilegales. Ante ello, insistimos en nuestra vocación de diálogo, basado en la verdad y el respeto mutuo, que es condición fundamental para cerrarle el paso a la violencia en la Amazonía.
